Quizás es una de las canciones más comunes del rock en español, pegajosa y desdeñada, de una agrupación de pocos éxitos.

 

Todo comenzó con una petición del colegio, la profesora dijo: “el día de mañana traen una canción para analizar en clase” y yo pensé en la única que hasta el momento me sabía, UNA CANCIÓN de la agrupación “los de adentro”, llegue a mi casa y desde la perspectiva inocente y desconcentrada de un infante imprimí la letra de la canción la guarde entre mis libros y la olvide hasta el siguiente día.

 

Al siguiente día era un miércoles de esos que ni dan ganas de estudiar, inundados de pereza y calor. Apenas eran las 7:30 am y ya quería volver a mi casa; de repente todos mis compañeros empezaron a socializar las canciones que habían traído ese día para compartir, en ese momento recordé la canción que había olvidado entre los libros; casi por efecto instantáneo justo después de recordar mi tarea, la profesora entro y al primero que llamo a exponer fue a mi.

 

Sin haber antes leído la letra, sin haber antes escuchado muchas veces la canción, empecé como por obra de la memoria inconsciente a declarar la letra de la susodicha canción. Entendiendo por primera vez que decía, y mezclándola en mi mente con las notas y el ritmo musical; desde la conciencia prematura de mi mente a los 10 años decidí como por efecto de la reminiscencia convertir esta canción de amores adolescentes y tragos caros y escasos, en la canción favorita para mí a mis diez años; y la que marcaría una etapa de auto-conocimiento y preparación para la verdadera canción.